
 
        Hace sólo dos horas que no te veo,
 ciento veinte minutos de dolor;
ni corazón, ni ilusiones yo poseo,
¡Al saber que ya te marchas mi amor!
 Tu decisión ya está tomada,
con tus padres, al amanecer partirás;
y aunque mi vida dejes destrozada,
estoy seguro que jamás me olvidarás.
 En el camino encontrarás mucha gente,
algunos serán buenos y otros no;
pero en ti siempre estaré presente,
Este loco que como nadie te amó.
 Mi vida se acaba y mi alma se marchita,
y en mi pecho se siente un intenso ardor;
mientras mi voz ronca y desesperada grita:
¡Te amaré por siempre, tú siempre serás mi amor!          
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario